
Lucio Cabañas Barrientos nació el 12 de diciembre de 1938 en El Porvenir, municipio de Atoyac de Álvarez, Guerrero, uno de los estados más pobres de la República Mexicana, en donde por décadas se han concentrado los mayores índices de pobreza y corrupción, asícomo los más deficientes servicios de salud y un atraso político que se manifestó por mucho tiempo en la manipulación y mediatización del pueblo explotado, oprimido, expoliado, mediatizado y reprimido cuando se intensificaban las luchas populares reivindicativas por los derechos políticos más elementales.
Lucio, cursó su educación básica en la localidad de El Cayaco, municipio de Coyuca de Benítez. En febrero de 1956, ingresó a la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, Guerrero, para cursar la educación secundaria y la educación normal (plan de estudios de 6 años), desde sexto grado participó en varias jornadas de lucha en su centro escolar y fue activista en las movilizaciones y las “paradas cívicas” durante el movimiento de 1960 contra el gobernador Raúl Caballero Aburto, se destacó como dirigente estudiantil, lo que motivó, a ser electo años después como Secretario General de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) para el periodo de 1962-1963. Gracias a las movilizaciones y luchas que llevó a cabo la FECSM, por medio de su Comité Ejecutivo Nacional, pudo lograr una ampliación de 300 becas estudiantiles además de las que ya existían.1
En 1963, Cabañas Barrientos, se graduó como maestro de primaria y fue asignado a la escuela “Plan de Ayala”, una escuela rural multigrado (en la que se atendían varios grados escolares por un solo maestro) en el ejido de Mexcaltepec, a 100 de kilómetros de Atoyac, zona reconocida por ser muy productiva en maíz, café y con una gran reserva de madera explotable en la sierra de Guerrero. Este ejido contaba con recursos forestales que habían sido usurpados por una compañía maderera. Así es como se une y encabeza la protesta de los movimientos campesinos derivados del descontento de los ejidatarios contra las compañías madereras, verdaderas talamontes que habían incumplido con los contratos firmados con los campesinos. Para evitar que las compañías siguieran talando, bloquearon con troncos de árboles el paso hacia Mexcaltepec y lograron expulsar a los madereros de la zona; a su vez, los madereros presionan al gobierno estatal y logran que Cabañas Barrientos sea transferido a la escuela “Modesto Alarcón” en la cabecera municipal en Atoyac, Guerrero.
Militó en las juventudes del Partido Comunista Mexicano (PCM) y en el Movimiento de Liberación Nacional (MLN), fundado por Genaro Vázquez y Braulio Maldonado en Atoyac, a principios de los 70. Como profesor fue miembro del Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), dirigido por Othón Salazar Ramírez; formó parte en la creación de la Central Campesina Independiente (CCI), de Ramón Danzós Palomino, en cuya sesión constitutiva, en Guerrero, presidió los trabajos junto con Pablo Sandoval Cruz, Serafín Núñez y Othón Salazar.
En la escuela “Modesto Alarcón”, Lucio y otros compañeros como Serafín Núñez se enfrentaron a la directora Genara Reséndiz de Serafín, fundadora de la escuela que tenía muchos años como directora, el conflicto se generaliza por la forma de cómo dirigía la escuela. Después de algunos enfrentamientos removieron a dicha directora, razón que provocó la división del personal de la escuela provocando la intervención del gobernador Raymundo Abarca Alarcón que solicitó a la Secretaria de Educación Pública (SEP) que Lucio fuera cambiado a otra escuela. La SEP, accedió a la petición del gobernador y se cambió a Lucio y Serafín al estado de Durango.
El 8 de diciembre le llega la notificación de la SEP, y emprenden el viaje a Durango. Llegando el día 12 de diciembre de 1965, para ser ubicados en el poblado de Tuitán perteneciente al municipio Nombre de Dios. Lucio, inició las actividades escolares con sus nuevos alumnos. Una de las características que definió la personalidad de Cabañas Barrientos fue precisamente su total entrega a las causas sociales y eso lo demuestra su corta estancia en el estado de Durango. Porque al llegar a Tuitán ambos profesores se relacionaron con los pobladores más necesitados de justicia social, de tal formar que se empezaba a gestar un importante movimiento contra los abusos de los más poderosos. Relativamente se involucraron en la lucha del Cerro del Mercado, una lucha en contra de que el hierro saliera a otros estados, ya que las concesiones no les pertenecían a los duranguenses.
La toma de la escuela “Modesto Alarcón” por los maestros, campesinos, padres de familia y estudiantes que apoyaban a Lucio y Serafín durante 6 meses, propició que el gobernador Abarca Alarcón, solicitara a la SEP, el regreso de los maestros reprimidos a Atoyac, Guerrero.
La siguiente lucha y movilización se dio en la escuela primaria “Juan Álvarez”, llamada también Escuela Real, ubicada en el corazón de Atoyac. La directora Julia Paco Pizá y la mesa directiva exigía por cada padre de familia una cuota de 3 pesos mensuales y 10 pesos anuales por la inscripción. Tuvieran o no dinero, tenían que pagar. Ya no sólo era el grupito de maestros y padres inconformes, sino también se sumaban organizaciones y personas que habían tenido una participación activa en luchas populares, que aprendieron de sus experiencias pasadas a convocar al pueblo y a organizarlo. En esa escuela, la sociedad de padres de familia tenía 17 años en funciones sin cambiarse.
El 5 de abril de 1967, el Comité de Lucha de la escuela “Juan Álvarez” fue a pedir apoyo a los profesores de la escuela Modesto Alarcón, quienes ya tenían experiencia en esta clase de movimientos. Es así como Lucio Cabañas y Serafín Núñez, volvieron a ser dirigentes de un nuevo movimiento parecido al que habían hecho poco más de 1 año atrás. También se invitó a los padres de familia de la escuela “Herminia L. Gómez”; se sumó a la lucha la colonia Mártires de Chilpancingo, la Central Campesina Independiente (CCI) en Atoyac, el Club de Jóvenes Democráticos de Atoyac (CJDA), estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero, comerciantes del mercado de Atoyac, cafeticultores de la sierra y campesinos de los pueblos aledaños; otra presencia importante fue la de la profesora Hilda Flores, quien representaba a la Unión de Mujeres Mexicanas. El conflicto iba escalando a un nivel impensable para varios de los involucrados en el movimiento. El 17 de mayo arriban a la zona de conflicto el procurador General de Justicia en el Estado, Horacio Hernández Alcaraz, y el director de Educación, Prisciliano Alonso Organista, quienes venían acompañados por la Policía Judicial encabezada por el capitán Enrique Arellano.
Uno de los acuerdos a los que llegaron en la asamblea fue protestar, al día siguiente, la mañana del 18 de mayo de 1967, de manera pacífica, sin embargo, “el gobernador Abarca Alarcón envió a la localidad a dieciocho agentes judiciales motorizados para asegurar el ingreso de los maestros protegidos por la exdirectora. Los policías llegaron una noche antes y se apostaron en diferentes flancos dentro y fuera de la escuela”.2 Pareciera que preparaban la agresión contra los manifestantes del siguiente día. La cita fue en la Plaza Cívica. Los asistentes eran padres de familia, maestros, simpatizantes al movimiento. Se instaló el equipo de sonido cerca de un árbol de tamarindo, para hacer un llamado a la población a que se reuniera en torno a la protesta. Lucio Cabañas fue el orador, y criticaba a la policía, al gobernador y a las autoridades educativas, por la intimidación y provocación que estaban haciendo contra el movimiento democrático de la escuela Juan Álvarez
Ese día, además de la policía, también estaba el grupo que apoyaba a la directora Julia Paco Pizá. En el momento en que Lucio Cabañas se encontraba hablando por el micrófono, el comandante de la Policía del Estado, capitán Enrique Arellano Castro, se acercó al profesor y de manera violenta quiso quitarle el micrófono. Allí empezó la refriega y el tiroteo de la judicial. Murieron María Isabel Gómez Romero –que estaba embarazada– Arcadio Martínez Javier, Regio Rosales de la Rosa, Feliciano Castro Gudiño y Prisciliano Téllez Castro. Por otro lado, los heridos fueron Gabino Hernández Girón, Juan Reynada Victoria y Juvencio Rojas Mesino.
Después de la masacre Lucio se ve obligado a internarse en la sierra de Guerrero. sería el inicio de su vida como guerrillero. Jamás volvería a dar clases en un aula. A partir del 19 de mayo, establece las bases para la construcción del Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento como su brazo armado, núcleo base para la formación de su grupo. Con un programa de lucha conocido como “El ideario del Partido de los Pobres”, numerado en 12 puntos, se describen los principios y objetivos esenciales a seguir: luchar con las armas en la mano para destruir el sistema capitalista e implantar el socialismo en México.3 Definidos los objetivos de lucha, empezó su trabajo de proselitismo político–militar, recorrió más de 150 ejidos y comunidades de la sierra planteando a la gente la necesidad de sumarse a la organización en comités de autodefensa o comisiones de lucha, como se conocieron después. Fue un quehacer político-organizativo que absorbió dos años, de1967 a 1969.
La Brigada se instala a un costado del cerro “La Patacua” en la zona de “El Porvenir”, en Atoyac de Álvarez. En dicho campamento se aprueba por primera vez un ataque a un cuartel del ejército. La Brigada se forma originalmente con trece elementos fijos y otros transitorios, que permanecen un plazo máximo de dos meses en la “Brigada” y luego regresan a su lugar de origen. Se financia mediante secuestros y robos a oficinas gubernamentales.
A mediados de 1969, Lucio y su brigada ajustician al ingeniero Fierro en el arroyo “Las Parotas”, porque participó en los sucesos del 18 de mayo de 1967. A finales del mismo año, atacan a la policía judicial entre Atoyac y el “Rincón de las Parotas”, en donde se reportan dos bajas de la policía judicial. Realizan asaltos como el del ‘Puente del Rey’, en donde se apoderarán de 23 mil pesos. En 1970 secuestran a Juan Gallardo, un rico ganadero de San Jerónimo, en el rancho de su propiedad ubicado en la carretera Atoyac- Acapulco. El 29 de junio de 1971, 16 miembros de la ‘Brigada Campesina de Ajusticiamiento emboscan a varios elementos de la fuerza pública, pero varios de ellos pierden la vida en el enfrentamiento. Al día siguiente, en otra emboscada cerca de Atoyac de Álvarez, resultan muertos 16 soldados y varios oficiales. En junio de 1972, secuestran a Cuauhtémoc García Terán, en lugar de su hermano Ulises.
También, se decidieron los ataques directos al ejército, el primero fue una emboscada a un convoy del 50 Batallón de Infantería, registrado el 25 de junio de 1972, en el arroyo de Las Piñas, entre Atoyac y San Vicente de Benítez; resultaron muertos dos oficiales y siete soldados, además del decomiso de armas, municiones e implementos de vestir, objetivo central del ataque. En el binomio 1972–1973 los rebeldes realizaron tres emboscadas más a efectivos militares y cuerpos policiacos con saldos negativos para las fuerzas gubernamentales.
Desde el 8 de agosto al 27 de noviembre, según el último parte firmado por Lucio Cabañas, ocurrieron 10 encuentros entre guerrilleros y efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) en los que hubo bajas en ambos bandos; esto sin incluir tres emboscadas tendidas por brigadistas campesinos aliados al PDLP contra judiciales en distintos puntos de los municipios de Tecpan de Galeana y Petatlán.
El 30 de mayo de 1974, secuestran a Rubén Figueroa Figueroa, candidato a gobernador de Guerrero por el Partido Revolucionario Institucional PRI. Durante varios meses, el ejército mexicano dirigido por el comandante Eliseo Jiménez Ruiz desata, sin éxito, una intensa campaña militar en busca del guerrillero; finalmente, el 8 de septiembre, Figueroa es liberado en un sangriento encuentro cuyo saldo es de 23 rebeldes muertos y un soldado herido.
Los operativos contrarrevolucionarios se intensifican para combatir a los militantes del PDLP. El 30 de noviembre perecen 17 rebeldes más en un enfrentamiento con el ejército, y el 2 de diciembre siguiente, el general Cuenca Díaz, secretario de la Defensa Nacional, es informado de que en Otatal, Guerrero, varios grupos militares se enfrentaron con los rebeldes, resultando muertos Lucio y los alzados “Roberto”, “Arturo” y “René”, en tanto, el ejército sufrió dos bajas. Cabañas Barrientos, fue sepultado en el panteón municipal de Atoyac de Álvarez por los militares de manera clandestina.
La lucha armada de Lucio Cabañas, fue una autodefensa armada y legítima, ante la agresión de caciques regionales, la cual fue permitida y apoyada por el ejército mexicano y las policías estatal y municipal; enarbolar las armas, permitió que la justa lucha y las acciones revolucionarias del Partido de los Pobres y su comandante Lucio Cabañas Barrientos, fuera difundidas a nivel nacional e internacional, logrando el apoyo desde diversas trincheras de combate legales e ilegales para el Estado burgués mexicano, pero teniendo en los oprimidos y explotados el apoyo y la aceptación, fue motivo para incrementar los esfuerzos intensificando la lucha de clases en el país.
La situación económica, política y social, que en ese tiempo, se vivía en Guerrero, como en todo el país, el partido dominante en el poder, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), utilizaba el clientelismo político, el uso de la coacción del voto y la violencia política en contra de los grupos disidentes, lo que cerraba la posibilidad de una participación democrática de los ciudadanos. En respuesta a esta coyuntura es que surge el PDLP, fundado por Lucio Cabañas Barrientos, teniendo en su nombre la alusión a la idea de que “los ricos tenían el partido del PRI” y que, por ello, era importante construir un partido que defendiera los intereses de los más necesitados.
El 2 de diciembre de 1974 Lucio Cabañas Barrientos cae en combate en un enfrentamiento con el Ejército Mexicano en El Otatal, Guerrero (al sureste de Iguala) cuando una partida de 200 soldados se enfrentó a un grupo de cuatro guerrilleros, quienes acudían a una reunión delatada por Mariano Santiago Vázquez. Lucio Cabañas y su guerrilla fueron perseguidos, detenidos, torturados, desaparecidos y asesinados por militares, policías secretos de la Dirección Federal de Seguridad y por los policías comandados por Arturo Acosta Chaparro durante el gobierno del presidente Luis Echeverría. Acosta Chaparro consecuentemente pasó a ser el jefe de seguridad del gobernador guerrerense Rubén Figueroa, el mismo que durante su campaña electoral en 1974 había sido secuestrado por el Partido de los Pobres y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento.
Los restos mortales del guerrillero fueron exhumados en 2003, del panteón municipal de Atoyac —donde fue enterrado en secreto el 3 de diciembre de 1974 por soldados del 49 Batallón de Infantería pertenecientes a la 27 Zona Militar— para depositarlos al pie del obelisco que se le construyó en el zócalo de Atoyac, último sitio donde estuvo públicamente Lucio Cabañas tras la matanza de padres de familia del 18 de mayo de 1967.
En los casi siete años de combate contra los milicianos del PDLP la SEDENA movilizó en promedio a 24 mil efectivos e instrumentó diez campañas militares en las que perdió a 250 elementos; en esta confrontación murieron policías estatales y federales, así como un número desconocido de campesinos, indígenas y profesionistas de diversas disciplinas.
El enemigo de clase no perdona a los que luchan por la transformación revolucionaria de la sociedad, el Estado mexicano, el ejército y las policías, realizaron persecución inmisericorde contra las familias de los milicianos del PDLP, por varios años, muestra de ello, fue el ataque del 3 de julio de 2011, a Isabel Anaya Nava, ex esposa de Lucio Cabañas, recién llegada de un largo exilio, fue asesinada por varios balazos junto con su hermana Reyna, al salir de una iglesia en la comunidad de Xaltianguis, en el estado de Guerrero, por un grupo de desconocidos que desde un vehículo las acribillaron. Eliminado así un testigo valiosísimo de la llamada “guerra sucia” de los años sesenta y setenta del pasado siglo. El Partido de los Pobres (PDLP) fue una organización proletaria que basó su trabajo de educación ideológica y política en la región de la sierra y costa en Atoyac de Álvarez, Guerrero, que integrando a varias generaciones de luchadores agraristas, viejos veteranos de la Revolución mexicana, profesores que pertenecieron al Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), estudiantes que participaban en las luchas estudiantiles de los años sesenta, también campesinos pertenecientes a la Central Campesina Independiente (CCI), así como militantes de la Juventud Comunista del Partido Comunista Mexicano (PCM), convencidos de que el sistema de clase en el afán de preservar sus intereses no permite ni la lucha legal para la defensa de los derecho políticos más elementales del pueblo. La trayectoria de lucha del profesor Lucio Cabañas Barrientos, es ejemplo para millones de mexicanos y especialmente para los asalariados de la educación, organizados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), porque fue un maestro clasista comprometido con las causas del pueblo, que supo comprender cuál es el papel del maestro en la educación y la lucha de clases, con su consecuencia revolucionaria y convicción de clase lo llevó a ofrendar su vida luchando por una Patria más justa y equitativa: la patria socialista.
El 50 Aniversario de la caída en combate del comandante Lucio Cabañas Barrientos, nos obliga a tener presente su legado tan significativo en la lucha por los derechos de los obreros, campesinos, estudiantes y del pueblo en general que anhelan y siguen esperando la justicia social. Cabañas Barrientos, fue consecuente con su ideología, aspiraba a la transformación revolucionaria y a una distribución más justa de la riqueza. Su ejemplo de lucha y vida, refleja su convicción de que la resistencia armada es necesaria ante la opresión y el abuso sistemático por parte del gobierno y los caciques locales. Es obligación de todo combatiente clasista, difundir y preservar el legado político de Lucio Cabañas Barrientos, que trabajó para educar ideológicamente a los campesinos sobre sus derechos para enfrentar la injusticia y desigualdad social, para transformar la mentalidad de los oprimidos, ayudándoles a reconocer su situación y a actuar en consecuencia para materializar la consigna de “ser pueblo, hacer pueblo y estar con el pueblo”.
*Texto publicado en: Claridad , Valle de México,
No. 45.
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Eneida Martínez Ocampo. Lucio Cabañas Barrientos, el maestro rural. Revista Contralínea. Número 929. Noviembre 27 de 2021.
Laura Castellanos. México Armado. Ediciones Era. Página 117
Luis Suárez. Lucio Cabañas, El guerrillero sin esperanza. Editorial Grijalbo. 1985. Páginas 87-92
BIBLIOGRAFÍA:
Luis Suárez. Lucio Cabañas, El guerrillero sin esperanza. Editorial Grijalbo. 1985
Carlos Montemayor. Guerra en el Paraíso. Seix Barral. 1997 Laura Castellanos. México armado 1943-1981. Ediciones Era. 2008.
Fritz Glockner. Memoria roja. Historia de la guerrilla en México 1943-1968. Editorial Planeta. 2013