
La CNTE, fue fundada en el Primer Foro Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones Democráticas del SNTE, realizado los días 17 y 18 de diciembre en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, producto de la unidad de distintas fuerzas de diversas tendencias políticas: guevaristas, castristas, trotskistas, marxistas-leninistas, maoístas y otros, cuya unidad radicaba en el combate frontal a la política del Estado burgués-terrateniente mexicano y de sus instrumentos el [“charrismo sindical”=”corporativismo” y el oportunismo…], predominante en el “sindicalismo” nacional y en la dirección del SNTE, que desde la fundación de la organización de los trabajadores de la educación en diciembre de 1943, se encaramó en su dirección, sirviendo incondicionalmente al Estado, con una política antidemocrática, de traición nacional a la masa trabajadora, sirviendo de instrumento fiel al partido de Estado el PRI (1943-2018) hasta ahora, ofreciéndose a todos los partidos gobernantes, pasando por el PRI, el PAN y hoy a MORENA, cuya fuerza ha sido su incondicionalidad a la patronal, garantizando el acarreo político a los partidos oficiales durante campañas políticas, como hoy se demuestra, declarándose la dirección nefasta del actual Senador de Morena y supuesto Secretario General del SNTE: Alfonso Cepeda Salas, que sin la decisión de las masas declaró al magisterio nacional en “el ejército intelectual de la Cuarta Transformación” (4T).
¿Por qué el charrismo “sindical” persiste hasta ahora?, porque es útil para el Estado, cuyo objetivo es garantizar la aplicación incondicional de la política educativa del Estado, el control y sometimiento de la mayoría de los trabajadores de la educación, postrándolos a los intereses de la burguesía y su Estado y al imperialismo, particularmente al yanqui. Ejemplo concreto de su servilismo: el [“charrismo “sindical” en el SNTE] apoyó todas las reformas antipopulares y de traición nacional, particularmente la reforma laboral—educativa de Enrique Peña Nieto (2012—18) promovida por el fascista Claudio X González y encabezada por su “patiño” Mario Delgado, actual Secretario de Educación, quien apenas dejó la presidencia de Morena; dicha política fue combatida por la CNTE y apoyada por la mayoría del magisterio nacional y hoy que se anuncia la abrogación de la USICAMM, ni tardos ni perezosos y sin el menor pudor el charrismo festeja su triunfo, que asume como suyo, siendo ellos los abanderados de la política laboral-educativa de Peña Nieto.
En diciembre próximo, conmemoraremos nacionalmente el XLV aniversario de la fundación de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), realizada en Tuxtla Gutiérrez, Chis., los días 17 y 18 de diciembre de 1979, en el Foro Nacional de Trabajadores de la Educación y Organizaciones democráticas del magisterio, con la presencia de cientos de dirigentes de organizaciones de masas, que representaban a decenas de miles de trabajadores de la educación, principalmente el CCL de Chiapas, el CCL de Tabasco, el Consejo Sindical del Magisterio de Guerrero, el Consejo Regional de la Región Lagunera, la Coordinadora de Trabajadores Administrativos y Manuales del I.P.N., el Bloque Reivindicador de los Derechos de los trabajadores de la Educación del Valle de México (Secc. 36 del SNTE), la Comisión Nacional de Maestros Coordinadores de Telesecundarias del D.F., Delegaciones Independientes de la Zona Oriente del D.F., el Bloque de Maestros Democráticos, la Delegación D-III-24 de trabajadores de Antropología y la Delegación D-II-345 de Trabajadores Académicos de Antropología; así mismo por Grupos de maestros disidentes, como: el Comité Estatal de Maestros Federales Bilingües de Puebla, Auténtica Vanguardia Revolucionaria del Valle de Toluca, Maestros Independientes de Guanajuato, Corriente Magisterial Democrática de Monterrey, Maestros Democráticos de Michoacán, Movimiento Democrático Revolucionario del Magisterio de Querétaro, Frente de Trabajadores de la Educación de Yucatán y Organización de Maestros Democráticos de Puebla; también organizaciones políticas-magisteriales, como: el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM), filial del Partido Comunista Mexicano, la Corriente Sindical Independiente y Democrática del SNTE (COSID) y la Alianza de Trabajadores de la Educación (ATE-LOM) ambas de tendencia trotskista. El Frente Magisterial Independiente Nacional (FMIN) de tendencia maoísta. La Organización Democrática del Magisterio (ODM). La Coalición Revolucionaria de Trabajadores de la Educación (CRTE). La Unión Magisterial Independiente (UMI).
La CNTE, es la continuación de la larga y rica historia de lucha del magisterio mexicano por la construcción de su organización sindical; que data desde la época del Porfiriato, pasando por la “revolución” mexicana, que en 1914, en plena guerra civil fue tomada la Ciudad de México por el “Ejército Libertador del Sur”, el ejército campesino que condujo el Gral. Emiliano Zapata, en el que también destacó el maestro Otilio Montaño, con grado de general, y que por su influencia fue posible la fundación del Sindicato de Maestros de Escuela; en 1919, en el Distrito Federal algunos miles de maestros se declararon en huelga cuya demanda principal es el reclamo del pago de los salarios, siendo la respuesta del Presidente Venustiano Carranza la represión y acusarlos de traición a la Patria, esgrimiendo el infame pretexto de que “no permitiría la huelga del Estado contra el Estado”, argumentándolo porque los maestros eran estatales; de 1920 hasta 1938, destacó el gran auge de la lucha magisterial surgiendo decenas de organizaciones influidas lo mismo por maestros progresistas, liberal-burgueses (progresistas) hasta sectores de comunistas influidos por la III Internacional Comunista de Lenin y Stalin, sin dejar de señalar a organismos influenciados y/o controlados por el Estado antecesores del “charrismo sindical”; en 1938, se fundó el primer sindicato nacional: el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana (STERM), que fue duramente combatida por las direcciones del naciente “charrismo sindical” encabezado por la CTM, contando con la anuencia del gobierno, provocando la derrota del STERM; pulverizándose y dispersando la lucha magisterial.
En diciembre de 1943, fue fundado el SNTE, patrocinado por el gobierno de Manuel Ávila Camacho, que pronto fue hegemonizado por el “charrismo”, incorporando al SNTE al partido oficial el PRI, e imponiéndose los cacicazgos del Ing. Jesús Robles Martínez (1952—1972), de Carlos Jonguitud Barrios (1972-89), de Elba Esther Gordillo Morales (1989-2013). En 1989, en el marco de la única, hasta hoy, huelga nacional del magisterio mexicano, que aglutinó a más de 800 mil trabajadores de la educación en huelga o movilizados y apoyados por más de 10 millones de padres de familia que apoyaron a sus maestros en huelga, el gobierno del PRIista Carlos Salinas de Gortari que tenía como operador político al Secretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios (artífice de la guerra sucia) impuso a Elba Esther Gordillo Morales, como dirigente del SNTE, que de este año hasta febrero de 2013 en que fue defenestrada por sus amos del Estado (Gobierno de Enrique Peña Nieto) convirtió su cacicazgo en el más prolongado, cubriendo casi 24 años. De esta fecha hasta ahora el Estado impuso primero a Juan Díaz de la Torre (hasta octubre de 2018), continuado por el actual Alfonso Cepeda Salas, cuya política ha destruido definitivamente al SNTE, que de sirviente del PRI hoy es el “patiño” de Morena, ofrendando al magisterio nacional del SNTE, como el “ejército intelectual de la 4T”.
Es importante destacar que la CNTE, fue fundada en el contexto de la llamada “Guerra Fría”, período que comprendió desde el fin de la II Guerra Mundial hasta 1992 en que desaparece la URSS, que se caracterizó por la profundización de las contradicciones interimperialistas, principalmente entre Estados Unidos y la URSS; EE.UU, al frente del “Bloque Occidental”, fundó el llamado Plan Marshall, supuestamente para ayudar a sus miembros, viejas potencias imperialistas, creando como ariete militar a la OTAN, que hasta ahora perdura, en tanto que la URSS, generó el Bloque Socialista y el Proyecto militar conocido como Pacto de Varsovia; la intensificación de la lucha de clases en todo el mundo, que permitió el auge de los movimientos de liberación nacional, que facilitó la Independencia de la mayoría de los países de Asia, África y Oceanía, asimismo la generalización de los movimientos guerrilleros en América Latina, particularmente en Uruguay (los Tupamaros), Argentina (Los Montoneros), Brasil (la guerrilla de Marighela), en Perú (la guerrilla de Hugo Blanco; el PCP, que desarrolló la guerra popular con el Presidente Gonzalo), en Colombia, en Nicaragua (Movimiento Sandinista de Liberación Nacional), en el Salvador (Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional), en Guatemala, Colombia, Chile, en México [una constelación de movimientos guerrilleros (de Arturo Gámiz García, Lucio Cabañas Barrientos, Genaro Vázquez Rojas, La Liga 23 de septiembre, y otras más sin desconocer a ningún movimiento)]. En 1959, triunfó la Revolución Cubana, liderado por Fidel Castro Ruz, Ernesto “Che” Guevara. Asimismo, destacaron decenas de revoluciones socialistas y Populares, como el triunfo de la Revolución China, en 1949, dirigida por Mao Tse-tung: en 1950, el triunfo de la revolución en Corea; la guerra de Vietnam, la independencia de Argelia, que hicieron una gran historia de la lucha de los pueblos del mundo por su liberación y emancipación, sentando las bases para el triunfo futuro de la dictadura del proletariado y el Comunismo.
En México, anteceden al surgimiento de la CNTE, las luchas de maestros disidentes en 1948 en contra del “charrismo sindical” en el SNTE, la traición de éstos y por aumento salarial; la heroica lucha de la Sección IX del SNTE de 1956-60, dirigida principalmente por el Profr. Othón Salazar; las luchas de las Normales Rurales, Regionales y otras Urbanas; las luchas de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros y del Instituto Politécnico Nacional en 1965; la intensa lucha de clase de los años 60s y 70s, entre ellas los movimientos guerrilleros, mencionados anteriormente, los movimientos estudiantiles—populares de 1968 y 1971, reprimidos brutalmente, etc. No podemos ni debemos olvidar las luchas de las Escuelas Normales Superiores del país, protagonizadas principalmente en Chilpancingo, Gro., Tepic, Nayarit, de La Laguna (Gómez Palacios), Monterrey, N.L.; Tuxtla Gutiérrez, Chis.; destacando principalmente la Escuela Normal Superior de México (ENSM) sito en Fresno y San Cosme, col. Sta. María la Ribera (1968—1983), cuya rica experiencia merece rescatarla, que convirtió sus instalaciones en el centro organizativo de luchas populares, obreras, campesinas, etc., siendo “Cuartel general de la CNTE” (1979-1983), hasta que la Policía Federal se apoderó de las Instalaciones, con el falso pretexto de la SEP, que en ese lugar pasaba la falla de San Andrés, y consumó la desaparición de varias normales superiores y la de México, dispersada: los Cursos Ordinarios a la exHacienda de “El Rosario” en Azcapotzalco, México, creándose para los Cursos de Verano las Normales Superiores de: Santana, en el desierto de Sonora, la de Aguascalientes, Querétaro, Morelia, Veracruz y Campeche, y poco después la de Oaxaca; sin reconocer las heroicas y ejemplares luchas desarrolladas por decenas de miles de maestros, mayoritariamente del nivel de primarias de todo el país, que buscaban superarse en los Cursos de Verano, aspirando trabajar en los niveles de secundarias y preparatorias. La realidad es que en todo el país las Normales Superiores arriba mencionadas, junto con el normalismo rural y regional (los CREN) y urbanos, estaban enfrentando la política educativa de los gobiernos de Luís Echeverría y José López Portillo, en que se cambió la modalidad de Ásignaturas a Áreas y se impuso la Universidad Pedagógica Nacional, para contrarrestar al normalismo.
La Escuela Normal Superior de México (ENSM), tuvo su auge de 1972-83, protagonizando cientos de grandes movilizaciones, que se convirtió en semillero de luchas contra la política nefasta del Estado, en plena hegemonía del PRI (Gobiernos de Luís Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel De La Madrid Hurtado); en contra del charrismo sindical principalmente contra el cacicazgo de Carlos Jonguitud Barrios (1972-89), con demandas en defensa de la educación pública, y demandas del magisterio nacional; en 1976, desarrolló una extraordinaria huelga de estudiantes de los turnos matutino y vespertino, con el respaldo de los compañeros de los Intensivos de Verano, arrancando conquistas económicas, y sobre todo por la huelga que tardó 65 días conquistó el “derecho de la ENSM de generar su propia reforma educativa”, en la que también aportó una rica experiencia con las Semanas y Quincenas académicas, obteniendo conclusiones importantes, elaborando un Plan de Estudios para el normalismo nacional, demostrándose que los proyectos educativos no sólo son obra de “intelectualitos”, de burócratas y menos de los ignorantes “charros” del SNTE, sino que las masas magisteriales, protagonistas principales del proceso educativo, tienen la fortaleza para generar su propia reforma educativa para el bien de la nación. Una rica historia de lucha del normalismo mexicano, que enfrentó brutales represiones, pero que sirvió para forjar la conciencia y la combatividad de los maestros.
Estos son algunos de los antecedentes de la CNTE, de allí que a sus 45 años de fundación, ha desarrollado una extraordinaria experiencia de lucha, incorporando a cientos de miles de trabajadores de la educación de todos los Estados de la República, asimismo por su práctica sindical ha influido en millones de padres de familia, y ni duda cabe, en millones de estudiantes, en los alumnos de los maestros clasistas y democráticos de todo el país, logrando la vinculación de miles de maestros con las luchas obreras, campesinas y populares; por lo que hoy, no debemos permitir el agandalle oportunista de supuestos partidos de “izquierda” que en su participación política han exhibido el cobre, casos concretos del PRD y el PT, de lamentable memoria, y sobre todo hoy de MORENA, que endilgan a un “mesías” el avance de la democratización del país. Reivindiquemos las extraordinarias luchas del proletariado mexicano, principalmente de los mineros, de los obreros textiles, de los petroleros, electricistas, ferrocarrileros, tranviarios, de los trabajadores de aviación, de los estudiantes, de organizaciones de colonos, y por supuesto del campesinado y pueblos indígenas y el magisterio mexicano. La historia la hacen las masas.