¿Adiestramiento, colaboración o intromisión?

Militares EUA en frontera Mexicana
El 5 de diciembre de 2024 fue aprobado por el Senado de la República un decreto por medio del cual se autoriza el ingreso de 11 elementos instructores del 7/o. Grupo de Fuerzas Especiales del Comando Norte de los Estados Unidos de América a nuestro país. Su propósito es participar en la actividad de adiestramiento denominada “Fortalecer la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la Secretaría de la Defensa Nacional”, que se llevará a cabo en las instalaciones del Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales ubicado en Temamatla, Estado de México (27 de enero a 23 de marzo de 2025) y en el Centro Nacional de Adiestramiento en Santa Gertrudis, Chihuahua (24 a 27 de marzo de 2025).
De acuerdo con el dictamen discutido en el Senado, esta actividad busca “desarrollar la compatibilidad operativa, fortalecer las relaciones militares entre las Fuerzas Especiales de México y de los Estados Unidos de América mediante misiones conjuntas y mejorar la capacidad de planificación a nivel operativo táctico”.[1] Mientras que la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, presidenta de la Comisión de Defensa, al momento de presentarlo, mencionó que este tipo de actividades refuerzan las relaciones “de amistad y cooperación entre ambos países” y garantizan que las fuerzas armadas mexicanas “estén mejor preparadas para cumplir con la misión que tienen de salvar la seguridad y soberanía nacional mientras promueven la cooperación internacional”.[2] El decreto fue aprobado con 102 votos a favor.
En diversos medios de comunicación se dio una especial cobertura a este decreto, pero no es la primera vez que se llevan a cabo este tipo de ejercicios. Solo por mencionar las actividades de 2024, tenemos que de enero a marzo se concedió autorización para el ingreso de 11 integrantes del ejército de los Estados Unidos para un ejercicio similar (Diario Oficial de la Federación, 12 de enero de 2024). En el mes de abril se permitió la llegada de “personal militar del Ejército de los Estados Unidos de América a territorio nacional”, para participar en una actividad de adiestramiento llamada “Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjunto (JCET)”, que se llevó a cabo en Chihuahua (Diario Oficial de la Federación, 12 de abril de 2024).
Finalmente, el 13 de junio se promulgaron en el Diario Oficial de la Federación varios decretos que autorizaron actividades conjuntas entre el ejército estadounidense, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina (SEMAR). El primero concedía el ingreso al país de 12 elementos militares estadounidenses para participar en el “Entrenamiento de Ejercicios Combinados Conjuntos”, realizado en Chiapas del 23 de mayo al 25 de junio de 2024. El segundo permitía la llegada de 8 miembros castrenses que participaron en el programa “Fortalecer la Capacidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales de la SEMAR”, también realizado en Chiapas en junio. Finalmente, un decreto más autorizó la llegada de 220 elementos para participar en el ejercicio Binacional “Fuerzas Amigas 2024” (celebrado en Ciudad Juárez, Chihuahua); 16 efectivos que participarían en la actividad denominada “Mejorar la capacidad contra armas de destrucción masiva” (Temamatla, Estado de México); y 180 elementos más “de la Compañía de Paracaidistas de la 82ª división aerotransportada” del ejército de los Estados Unidos para el “Ejercicio Especializado Conjunto 2024” (Santa Gertrudis, Chihuahua).
Con este panorama, vale la pena preguntarse ¿Qué tanto se vulnera la soberanía nacional? ¿Estos ejercicios reflejan lo buen vecino que es Estados Unidos? ¿Existirá alguna otra intención?
Si bien, el discurso por parte del gobierno en turno es que este tipo de “ejercicios” buscan la cooperación internacional, lo cierto es que estas actividades surgieron a partir de 2002 con la formación del Comando Norte de Estados Unidos (uno de los 11 con los que cuenta en todo el mundo) como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2011. Dentro del área de influencia de dicho comando se en encuentra el espacio terrestre, aéreo y marítimo de Alaska, Canadá, Estados Unidos, México y parte del caribe como Bahamas y Puerto Rico (ver mapa).

Como puede apreciarse en el mapa anterior, Estados Unidos se ha posicionado en todo el mundo con un propósito intervencionista y para defensa de sus intereses políticos y económicos. Solo así podemos entender su injerencia en África, Medio Oriente, su apoyo a Israel en el exterminio al pueblo Palestino y a Ucrania en contra de Rusia; además de que esas posiciones geográficas les permiten mantener su lucha en contra de otras potencias como Irán, China y la mencionada Rusia.
En ese sentido, no hay que ser ingenuos y es necesario estar alertas ante la intromisión de Estados Unidos en nuestro país, pues los “ejercicios” y “adiestramientos” que lleva a cabo en territorio nacional, son parte del control que intenta imponer en México y en el resto del continente. No es casual que en el inicio de este segundo mandato de Donald Trump, declare su intención de renombrar el Golfo de México como Golfo de América, comprar Groenlandia o nombrar a un militar exboina verde e integrante de la CIA, Ronald Douglas Johnson (exembajador en El Salvador en el gobierno de Nayib Bukele) como embajador en México. Ya veremos como se conduce la llamada 4T ante la política estadounidense en los próximos años… ¿defenderá la soberanía nacional o se plegará a los intereses del imperialismo yanqui?
Por nuestra parte, es claro que los grupos explotados y oprimidos de nuestro país debemos organizarnos y estar alertas ante cualquier amenaza extranjera venga de donde venga, gobierne quien gobierne.
¡NO AL INTERVENCIONISMO ESTADOUNIDENSE!
¡YANQUIS GO HOME!
[1] El documento completo puede consultare en https://infosen.senado.gob.mx/sgsp/gaceta/66/1/2024-12-05-1/assets/documentos/Dictamen_Salida_de_Tropas_1.pdf
[2] https://www.senado.gob.mx/66/version_estenografica/2024_12_10/2471