Por Jesús Chablé Hau
La historia del sindicalismo en México, es la historia del corporativismo, la traición y el servilismo fiel a los gobiernos en turno, y muchos personajes han dejado sus nombres sellados con el mote de charros sindicales, como, en nuestro país, se le llama a los que se entregan en manos del gobierno para aceptar participar en el control ideológico y político de los trabajadores que dicen representar.
A lo largo de la historia, el estado mexicano ha controlado a las diversas organizaciones sindicales existentes en nuestro país, de todos los sectores sociales. Es así como los petroleros, mineros, transportistas, trabajadores de la salud, de la educación, y los diversos sindicatos obreros, habidos y por haber, sirven como instrumentos del estado para el sometimiento y control de los trabajadores.
Tales sindicatos, nunca han enarbolado la causa y los intereses de los trabajadores que tienen entre sus filas porque su entreguismo y servilismo, que rayan en el descaro, les impide defender los derechos de sus afiliados, quienes alejados de una teoría que los unifique y organice, son los que sufren de las consecuencias de tantos actos de traición a su nombre, porque se les vende y oferta al mejor postor de la política electorera del momento.
Son muy conocidos, el actuar fraudulento de la CTM, la UNTRAC, la CROC, la CROM, la CNC, el SNTSA, el SNTSS, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, el SNTMMSRM, el SNTISSSTE, el SNTE y otros sindicatos que desde su fundación nacieron charros, es decir, son corporaciones al servicio del estado y no de los trabajadores, pues desde su origen fueron creados por el auspicio del mismo gobierno.
Recordemos la trayectoria de Fidel Velázquez en la CTM, quien forjó su vida sindical, que inició en 1941 hasta concluir en 1997, solo tras su muerte, viviendo como un títere, al que el mismo estado empoderó para someter a la disidencia entre las filas de su confederación, las más grande de México, donde él fue el líder absoluto y a quien acudían los políticos para recibir sus favores en las urnas a cambio de las regalías que éstos le asignaban.
Creada durante el régimen cardenista, la CTM, nació para centralizar a todos los sindicatos del país y funcionando como un pilar del Estado mexicano para regular la política y la economía, empoderando al humilde repartidor de leche que fue Fidel Velázquez en sus orígenes como trabajador.
Nacido en 1900, durante la sexta reelección de Porfirio Díaz, Fidel Velázquez convirtió, en 1941, a la CTM en el sindicato que los políticos necesitaban, donde para llegar a dirigirlo, tuvo que pasar sobre el líder de la CROM, Luis Napoleón Morones, antes líder absoluto y consentido del régimen y que, con su llegada, Fidel Velázquez perfeccionó hasta convertirse en el aliado ideal de cualquier político, operando el convenio obrero patronal que llamaron “Pacto de Unidad Nacional”, lo cual le permitió a Fidel, alias “La Momia”, por la avanzada edad que acumuló al frente de dicha corporación, reelegirse seis veces sin oposición alguna. En 1992 se reeligió por última vez, y ganó, pero su muerte en 1997 le impidió concluir su periodo que debía finalizar en 1998. Velázquez, alias “La momia”, fue acusado en múltiples ocasiones de corrupción, fraude, extorsión, peculado, es decir, el personaje fue todo un monumento al charrismo sindical.
Actualmente, la CTM con sus 4.5 millones de afiliados, y solo tras la muerte de Joaquín Gamboa Pascoe, es encabezada por otro octogenario líder, Carlos Aceves del Olmo, quien fuera diputado y senador en reiteradas ocasiones, seguramente solo la muerte lo podrá separar del cargo que disfruta y aprovecha, y muy bien, como ya es costumbre en esta confederación.
En la CTM existen de igual modo, 32 líderes estatales, igualmente caciquiles y eternos en cada una de las entidades, cuya función es continuar con el control ideológico, político y servir como cargada electorera para los políticos que ofrezcan mayores prebendas, en beneficio de cada uno de dichos líderes que intercambian la fuerza del trabajo de sus agremiados, poniendo sobre sus espaldas las carencias, los bajos salarios, despidos injustificados, falta de servicios de salud, vivienda, y demás violentos despojos en sus derechos a cambio de la vida lujosa que se dan estos longevos y eternos dirigentes.
Así se puede mencionar el ejemplo de Carlos Romero Deschamps como secretario general de 100 mil trabajadores del sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, donde, durante 26 años, fue el líder absoluto, reeligiéndose las veces que pudo y quiso, sin que haya algún otro trabajador que le hiciera frente, sin atenerse a sufrir de persecución política, viviendo durante años en descarada impunidad.
Fue diputado, amigo incondicional de otro cacique, Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina”. Romero Deschamps es dueño de propiedades millonarias, cuyos hijos, al igual que todo buen cacique, poseen cuentas abultadas sin trabajar, ferraris de 2 millones, aviones particulares para el paseo de los juniors y otros lujos, como el desviar millones de pesos a favor de los candidatos del partido oficial de su tiempo, el PRI, recuérdese el sonado caso denominado “Pemexgate” en el año 2000, donde un desvío de 500 millones de pesos, el líder sindical apoyó al candidato priísta Francisco Labastida y no se descarta que también esté sucediendo actualmente en MORENA porque para eso sirven y para eso fueron creados, para dar servicio fiel a los partidos de los gobiernos en turno, es decir a sus amos. Actualmente, la dirección del sindicato recae en quien fuera tesorero durante la época de Romero Deschamps, Ricardo Aldana Prieto.
El 1 de mayo de 1952 nace la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, CROC, como producto del descontento entre las filas de la CTM, y como al gobierno de Miguel Alemán Valdez, meses antes de ocupar la presidencia Adolfo Ruiz Cortines, no le convenía la dispersión de los obreros disidentes, decidió controlarlos creando la nueva confederación, afiliándola, como es natural, al PRI, viniendo a dar coherencia al control que el estado ejercía sobre el movimiento obrero organizado, para facilitar las decisiones respecto a la política económica y laboral, siendo su primer secretario general Luis Gómez Zepeda, quien actuó y se postró al servicio del gobierno en cuerpo y alma.
Con el tiempo, la CROC, se convertiría en la segunda central obrera más importante, solo después de la CTM, con 500 mil miembros afiliados, donde también fue cacique Alberto Juárez Blancas, que solo su muerte en 2005, con una edad de casi 100 años fue relevado, haciéndose, durante su paso por la confederación, de infinidad de bienes y propiedades.
En el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, con 430 mil miembros, también no faltaron los eternos líderes, uno de ellos, solo como ejemplo, fue Valdemar Gutiérrez Fragoso, también diputado panista, solo fue relevado de la secretaría general cuando en mayo de 2012 falleció de un infarto.
Tal pareciera que los obreros y trabajadores de dichos sindicatos fueran tan dadivosos, que regalan su fuerza de trabajo para encumbrar a los líderes, hacerlos millonarios, y ponerse como alfombras para que éstos desconsiderados caminen sobre ellos, los pisoteen en sus derechos, se coludan con los patronos para exprimirles la última gota de energía y su vida laboral solo para mirar a los ancianos líderes morir sin haber pensado en ellos.
Otro cacique, es el de SNTMMSRM, Napoleón Gómez Urrutia, hijo de otro cacique Napoleón Gómez Sada, quien desde los años 50 ejerció el cacicazgo que heredó a su hijo de sangre azul, quien estudió en Oxford, como todo buen junior, y a quien le fabricaron documentos para hacerlo pasar por trabajador de la mina La Ciénega, como empleado de mentiritas, ya que su padre enfermo, pensando, no en el bien de sus agremiados, sino en el de su hijo, buscaba heredarle el puesto antes de su fallecimiento, nombrándolo secretario general suplente en el año 2000, sin tener el requisito estatutario de los años de servicio de 5 años mínimo como trabajador.
Es así, que a la muerte de Napoleón padre, acaecido en octubre de 2001, Napoleón hijo hereda de él el trono sindical, que hasta el día de hoy ostenta siendo diputado y luego senador, aunque haya sido acusado de malversar 55 millones de dólares del fideicomiso sindical, ahorro despojado a miles de trabajadores. Exiliado desde 2006 a Canadá y regresado por López Obrador, su amigo, en 2018 con premio de senador plurinominal por MORENA.
En el Sindicato de ferrocarrileros, STFRM, tal pareciera que los trabajadores desean romper el récord de años de liderazgo de Fidel Velázquez, ya que en 2024 eligieron de nuevo a Víctor Félix Flores Morales quien ya lleva 30 años al frente de la organización ferrocarrilera al que llegó en 1995. En su actual reelección, el longevo representante, con 85 años de edad, fue ratificado en el puesto, por quinta ocasión, para el periodo 2024-2030 y actualmente, el ex exdiputado y ex presidente del congreso del trabajo, enfrenta varios cargos de peculado y fraude.
El líder del sindicato de telefonistas, es quien está a punto de alcanzar el récord de “La Momia”, que ya lleva en el puesto que ocupó desde 1976, 49 años, y solo le faltarían 4 años para los 53 años que alcanzó fidel Velázquez. Durante los años 90 participó activamente en las negociaciones para la privatización de TELMEX. Al frente de la caja de ahorro general de los trabajadores puso a su hermana María Luisa Hernández Juárez, y es acusado por la disidencia de peculado, fraude, enriquecimiento ilícito y demás actos de corrupción, sin que hasta la fecha se proceda en su contra.
Al frente del sindicato de electricistas con más de 67 mil trabajadores, SUTERM, se encuentra Víctor Fuentes del Villar, de 90 años de edad, quien ocupó el cargo en 2005, heredándolo de su tío Leonardo Rodríguez Alcaine, fallecido en 2005, y que duró en su cargo 30 años, no desdeña la posibilidad de continuar con la tradición familiar y heredar el puesto próximamente a su sobrino Efrén Fuentes Ochoa, muy cercano a él. A fuentes del Villar no le preocupan las acusaciones de corrupción, enriquecimiento ilícito, nepotismo y demás cargos, como el de que tiene varias casas y propiedades que juntas, hacen un total de más de 30 millones de pesos. Víctor fuentes del Villar debe concluir su periodo hasta el 2031 y todo parece indicar que se propone lograrlo.
Así, con estos ejemplos podemos seguir nombrado una larga lista de ancianos caciques, traidores y serviles que se ponen felices y contentos al servicio de los gobernantes y políticos en turno para favorecerse mientras que favorecen a los partidos de sus amos, pero sobre los derechos de sus agremiados no se acuerdan ni desean hacer nada y para ellos les tienen solo palabras disfrazadas que les arrojan al aire para generar esperanzas que nuca se ven materializadas.
En el SNTE, ha sucedido lo mismo, desde su creación en 1943, hemos vivido en su interior periodos de cacicazgos que solo han servido para debilitar los derechos laborales de quienes pagamos quincena a quincena nuestras cuotas, encumbrando a los líderes, haciéndolos muy ricos, poderosos y sumamente influyentes en la política del país y en las decisiones que afectan la vida de todos los trabajadores.
Recordemos el cacicazgo de Carlos Jonguitud Barrios, Elba Esther Gordillo Morales, Juan Díaz de la Torre, y actualmente Alfonso Cepeda Salas, quienes uno por uno se han puesto al servicio del estado mas no de los trabajadores, por culpa de ellos, los trabajadores de la educación perdemos cada día, derechos conquistados en las calles con la lucha, el sudor y la sangre de miles de compañeros que se sacrificaron por que tengamos mejores condiciones de vida y estos personajes, con tal de quedar bien con sus amos, permiten sin objetar ni prorrumpir palabra alguna que el gobierno aseste el golpe sobre los hombros de cada trabajador.
Es momento de construir el sindicalismo de clase que necesitamos, es momento de acabar con los sindicatos corporativos, inservibles y parásitos; avanzar en la conformación del verdadero sindicato rojo que no hace componendas con el Estado, pero que sí enseña a sus agremiados a luchar en las calles porque de la lucha callejera, vencerá la clase obrera, por eso es imprescindible extirpar el charrismo sindical, servil instrumento de la burguesía y su estado.
Hagamos realidad la fiesta de los trabajadores, la fiesta de la dignidad, que esta Huelga Nacional sirva para avanzar en la generación de la conciencia social, la conciencia ideológica, política, sindical y orgánica que abreve en la conformación de la unidad verdadera y la auténtica coordinación nacional de todos los trabajadores, no solo de la educación, sino de todos los sectores, para formar el frente común que tanto necesitamos para solucionar las justas demandas de un pueblo que ha sufrido en manos de gobernantes inconscientes, corruptos y aferrados en el capital burgués que solo desea explotarnos y sojuzgarnos a sus criminales reglas e injustas normas y de la mano de los líderes charros, es decir de los traidores y esquiroles al servicio del poder.
